ITURRALDE:
una historia, una aventura.

Desde 1958 ofreciendo lo mejor de la cocina tradicional y con la nueva generación uniéndolo con la cocina de vanguardia

1985 es un año clave para explicar lo que hoy en día es Iturralde. Ese año María Pilar Ancizar y Lorenzo Mendiola decidieron embarcarse en una gran aventura: transformar el caserío familiar en un restaurante.

Como todos los comienzos, estos no fueron sencillos. Transformar el caserío familiar en un restaurante fue un gran reto. Pero en esta aventura no estaban solos. Contaban con un valor añadido.

Ese valor que ahora llamamos tradición y que no es otra cosa que años de experiencia entre los fogones de una casa tenía dos nombres, Juana e Isabel, las madres de ambos. En sus recetas, en su trabajo, en ese saber tratar los productos con cariño y respeto que se trasmite de generación en generación, se sustenta la cocina de Iturralde.

En sus inicios, humildes, Iturralde solo disponía de un salón para comidas. Con el tiempo esa sala fue ampliándose, añadiendo nuevos espacios sin por ello perder su esencia.

Hoy en día, sigue siendo el caserío familiar de sus orígenes ahora adaptado para dar cabida a sus nuevos usuarios; todos aquellos que nos visitan y que hacen de nuestra casa su propia casa.

TOMANDO EL RELEVO

Desde esos primeros días hasta hoy la cocina de Iturralde, como el caserío, ha ido evolucionando. Las nuevas generaciones encarnadas en Eider y Aitziber, han sabido aportar, cada una desde su saber hacer y manteniendo intactos los valores de esa cocina tradicional, las técnicas de una cocina moderna y de un trato cercano.

Eider, formada en Cebanc, junto con su equipo ha ido añadiendo a los platos su toque personal y su evolución. Aitziber mantiene intacto ese valor intangible pero necesario del trato personal y cercano que nos hace sentirnos como en casa.

Pero todo esto no sería posible sin lo más importante, vosotros, los clientes. Vosotros que nos enseñáis cada día como mejorar nuestros platos, nos invitáis cada día a esforzarnos en nuestro servicio y en definitiva sin los que esta aventura llamada Iturralde, sería posible.